Page 177 - Balneario de Villavieja
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dependientes
 del
 gradiente
 de
 temperatura,
 de
 la
 extensión
 de
 la
 aplicación,
 de
 la

                  duración
del
contacto
y
de
la
sensibilidad
individual.
(33).


                         En
 los
 baños
 calientes
 individuales,
 a
 temperatura
 ligeramente
 superior
 a
 la

                  indiferencia
 (35‐37
 ºC)
 se
 producen
 cambios
 en
 la
 vascularización
 periférica,
 una

                  vasoconstricción
 inmediata
 breve
 seguida
 de
 vasodilatación
 periférica
 prolongada,

                  que
conlleva
a
la
activación
de
la
circulación,
apertura
de
nuevos
capilares
y
arteriolas

                  de
tejidos
superficiales,
con
la
consiguiente
mejoría
del
trofismo
tisular.


                         Las
 aplicaciones
 de
 calor
 producen
 también
 analgesia
 y
 una
 acción
 sedante


                  general
 por
 la
 influencia
 sobre
 el
 sistema
 nervioso,
 elevan
 el
 umbral
 del
 dolor,

                  dificultan
 la
 conducción
 de
 la
 sensibilidad
 dolorosa
 por
 atenuar
 o
 abolir
 la

                  sensibilidad
 de
 los
 receptores
 periféricos,
 con
 repercusión
 sobre
 los
 centros

                  moduladores
del
dolor
y
en
la
liberación
de
sustancias
endorfínicas.


                         Cuando
 la
 temperatura
 del
 agua
 es
 superior
 a
 la
 indiferente
 (37‐38
 ºC)
 y
 la

                  aplicación
 es
 prolongada,
 se
 produce
 además
 relajación
 del
 tono
 muscular,

                  disminuyendo
la
contractura
y
la
fatiga
muscular.


                         En
las
aplicaciones
frías
locales
a
temperaturas
por
debajo
de
la
indiferencia

                  (20‐25
ºC)
se
obtienen
efectos
vasculares
destacados
de
vasoconstricción
periférica,

                  seguida
 de
 una
 vasodilatación
 reactiva,
 se
 aprecia
 disminución
 del
 dolor,
 efecto

                  antiinflamatorio
y
antiedematoso.
Suelen
ser
bien
toleradas
y
se
pueden
aplicar
por

                  espacio
de
dos
a
cinco
minutos.
(24).


                         En
las
técnicas
con
presión,
duchas
o
chorros
aplicados
directamente
sobre
la

                  piel
o
de
forma
subacuática,
se
añade
a
los
efectos
térmicos,
el
efecto
de
percusión
o

                  de
 masaje
 que
 es
 fuente
 de
 estimulación
 de
 receptores
 cutáneos
 que,
 actuando
 de

                  manera
 refleja
 o
 bien
 por
 acción
 directa,
 van
 a
 facilitar
 la
 relajación
 muscular,
 la


                  liberación
de
adherencias,
el
aumento
del
flujo
sanguíneo,
sedación
y
analgesia.



                  5.4.2.
Factores
mecánicos:
hidrostáticos
e
hidrodinámicos
‐
Balneocinesiterapia


                         En
los
baños
de
inmersión
en
tanque
o
piscina
(Figura
9)
se
buscan,
además
de

                  los
 efectos
 térmicos,
 efectos
 derivados
 de
 otros
 factores
 físicos,
 hidrostáticos
 e

                  hidrodinámicos
que
vamos
a
considerar
y
que
están
relacionados
con
la
posibilidad
de

                  realizar
 ejercicio
 dentro
 del
 agua,
 balneocinesiterapia.
 Pudiendo
 aprovechar
 todos


                  esos
 factores
 para
 realizar
 ejercicios
 facilitados,
 soportados
 o
 resistidos
 según
 la

                  necesidad
en
el
tratamiento.

                         La
balneocinesiterapia,
o
terapia
por
el
ejercicio
dentro
del
agua,
constituye
la


                  técnica
más
sofisticada
y
específica
en
la
recuperación
funcional
de
alteraciones
del

                  aparato
locomotor
de
tipo
reumático,
postraumático
o
neurológico,
para
combatir
el

                  dolor
y
la
limitación
funcional.


                      
                                                       Josefina
San
Martín
Bacaicoa|175

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