Page 134 - Los elementos químicos: un manual extenso. A. Doadrio
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Farmacología
El litio se emplea en forma de carbonato para el tratamiento de la psicosis maníaco
depresiva bipolar (actualmente denominada trastorno afectivo bipolar). Este trastorno es
una grave enfermedad de la mente. Se caracteriza porque el paciente experimenta
cambios de ánimo. A veces, se siente muy feliz y con gran actividad (manía) y otras, al
contrario, muy triste y poco activo (depresión). Sin embargo, el litio es tóxico para el ser
humano en concentraciones plasmáticas superiores a 4 meq/L, por lo que hay que vigilar
su dosis durante el tratamiento. El nivel plasmático normal de litio es de 0,5‐1,5 meq/L.
La dosis recomendada de carbonato de litio es de 300‐600 mg diarios.
Su mecanismo de acción consiste en la interacción con la neurotransmisión de
serotonina y noradrenalina, entre otros efectos. La toxicidad del litio afecta a los sistemas:
nervioso central, neuromuscular, endocrino y renal, con un cuadro clínico caracterizado
por convulsiones, alteraciones en la visión, temblor en las manos (síntoma por el que hay
que suspender el tratamiento), poliuria, glucosuria e hipotiroidismo.
En el pasado, también se usó el litio en los
denominados litines o aguas alcalinas litínicas como
diuréticos (Figura 61). Actualmente, los litines tienen
su aplicación como aguas de mesa de calidad. Se
venden en sobres para diluir en un litro.
Es también un producto muy adecuado para
excursionistas, ya que la adición de litines al agua de
bebida o al agua de nieve en alta montaña proporciona
las sales minerales necesarias.
Finalmente, indicar que los litines es un muy
apto para deportistas, por su contenido en sales y que
debido a su sabor característico, calma la sed que se
produce al realizar un ejercicio físico.
Figura 61. Cartel anunciando los litines del Dr Gustin.
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