Page 169 - Balneario de Villavieja
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El
manantial
de
la
Fonte
Calda
nacía
al
pie
de
la
montaña
de
Santa
Bárbara,
en
un
paraje
que
estaba
más
bajo
que
el
pueblo.
Es
bastante
caudalosa,
dice
Lemos,
antes
del
s.
XVIII
la
fuente
tenía
tres
caños
por
donde
el
agua
salía
ininterrumpidamente,
independiente
de
la
estación
del
año,
y
servía
para
abastecer
a
la
población,
el
resto
para
el
establecimiento
termal,
para
los
enfermos
que
acudían
a
tomar
el
baño,
“el
baño
del
común”,
y
para
el
lavadero.
La
sobrante
se
utilizaba
para
el
riego
de
las
tierras.
La
fuente
era
muy
concurrida
y
se
consideraba
que
sus
aguas
tenían
virtudes
importantes
para
la
salud.
A
pesar
de
la
fama
no
había
un
establecimiento
decente
para
acoger
a
los
enfermos.
Lemos,
médico
de
la
familia
de
Cervelló,
habla
de
una
casa
en
estado
lamentable.
El
Señorío
y
mando
de
Villavieja
perteneció
a
los
marqueses
de
Nules,
después
Condes
de
Cervelló.
El
pueblo
ha
sido
el
dueño
de
estas
aguas
y
por
su
propiedad
sostuvo
diversos
litigios
contra
la
casa
del
Marqués
de
Nules
(4).
El
establecimiento
único
de
baños
de
las
aguas
de
Fuente
Calda
fue
fundado
en
1864
por
los
Condes
de
Cervelló.
El
balneario
levantado
junto
a
la
Font
Calda
era
de
gran
solidez,
de
perímetro
cuadrado,
con
un
hermoso
jardín
con
arbolado,
sala
de
billar,
capilla
pública,
etc.
Los
vecinos
de
Villavieja
tenían
derecho
a
bañarse
gratis
en
unas
balsas,
llamadas
“bacetes”,
con
escrito
del
médico
director
(5).
El
establecimiento
de
la
Font
Calda
estaba
en
estado
lamentable
a
principios
del
siglo
XIX
y
así
estaría
hasta
que
en
1840
el
celoso
médico
director
del
Balneario,
Dr.
Menchero,
propuso
al
propietario
varias
obras
que
se
aceptaron
y
en
1845,
dice
Pedro
María
Rubio,
ya
existía
un
buen
establecimiento
(Figura
2).
Tenía
ocho
pilas
de
hermoso
jaspe,
colocadas
en
aposentos
separados
(6).
Figura
2.
Balneario
del
Cervelló.
Postal
fechada
hacia
1905.
Tomada
de
Víctor
Riba
Pbro.
p.
15.
Josefina
San
Martín
Bacaicoa|167