Page 78 - Anales vol 2 nº1 2017
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2. CULTURAL
Tras unas rejas flanqueadas por dos leones uno a cada lado y mirándose
uno al otro, enfrentados. Secunda un camino de arizónicas, empinado, de una
pequeña cuesta de cemento alisado, que se curva hacia la derecha, a la derecha de
la reja está la tienda de recuerdos de estilo neogótico inglés que fuera en tiempos
de antaño la casita del guarda-jardinero 1854; espaldas a la reja subiendo el
montículo y tras superar la curva se abre paso a derecha e izquierda las sosegadas
tumbas del Cementerio inglés.
Al frente, se encuentra el templo neoclásico 1831. El 5 de junio de 1846 el
Obispo de Tomlisnson, el primer obispo de la recién creada diócesis anglicana de
Europa en Gibraltar, vino a Málaga y consagró la totalidad del terreno que hoy día
es el cementerio inglés. Que fue la capilla funeraria hasta 1890-91 gracias a la
dirección del cónsul británico Alexander Finn que se instituyo como iglesia de
Saint George. De estilo dórico de fuste acanalado con arista viva y tetrástilo in
frontis, con un pequeño estilóbato a la entrada, de tres escalones con nave in antis;
de piedra rosácea de sílice; con friso rectilíneo doble y frontón rematado por una
bajo relieve de una cruz.
Cuando los cuerpos de los protestantes aparecían en el siglo XIX enterrados
en las playas de Málaga de pie, fuera de los cementerios católicos por ser
enterrados como herejes y los perros sacaban sus cuerpos, comiéndose parte de
ellos, el cónsul británico William Mark consiguió de la diputación de Málaga la
cesión de un terreno para poder darle a los muertos de nacionalidad británica, la
dignidad de ser enterrados como personas.
Después fueron llenando sus tumbas Boyd amante de las libertades que
ayudo con sus generosidad, apoyo con su barco y su persona, al general José María
Torrijos, que venía desde Gibraltar a liberar a España y todos arrestados y
fusilados en la playa de San Andrés, en el reinado del rey felón Fernando VII, que
gobernó en España tras la expulsión de los franceses de España a la que los
ingleses nos dieron su apoyo y ayuda como el general Redding en la batalla de
Bailen
Librepensadores, escritores como Jorge Guillen, o historiadores como
Gerald Brenan, su esposa; náufragos como la tripulación alemana del Gneisenau y
pilotos y militares caídos en la segunda Guerra Mundial descansan aquí.
Historias en las tumbas de niñas/os y adolescentes de una era siempre
romántica de quien amamos por encima de todo, la libertad.
78| Concepción García Colorado