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C., y al Renacimiento italiano, donde al lado de sus dramas políticos y sociales,
subyacía el enquistado problema de tiranos y súbditos, vivir y morir, como los
cangilones de las norias referidos por el Tao. Aún restaban tres siglos para que
apareciera Cristo con su mensaje monoteísta. Las intrigas y luchas entre príncipes
eran continuas y sangrientas; el substrato religioso de China en estos tiempos era
animista, existían dioses locales al lado de los antepasados dioses de las casas, de
las montañas o de los ríos. Casi todos veleidosos y crueles como los exhibidos por
la mitología helénica.
Cuando Qu Yuan, tres Estados competían por la unificación china: Chu, Qin y
Qi. El poeta nació en Chu, de mayor extensión que los otros dos y el de mayor
tradición cultural. Empero, su Corte era un hervidero de conflictos y envidias que
el reino rival Qin catalizó de todas las maneras posibles. Encontraron eco en Huai
Wang que se defendió aislando o expulsando a los consejeros más fieles como Qu
Yuan que persistía en la idea de aliarse con el Estado de Qi. Aúnen estos Estados
pseudofeudales no habían asumido la filosofía sobe la guerra de Sun Tzu (Arte de
la Guerra) canalizada a través de la filosofía secular. Su esencia, que Qu Yuan
conocía, estaba basada en dos principios: estrategia e inteligencia como superiores
a la violencia y a la brutalidad de los agones contendientes.
Qu Yuan caído en desgracia marchó hacia el destierro sufriendo todo tipo de
vejaciones y torturas, tanto físicas como psicológicas, aunque lo que más incidió en
su personalidad fue la corrupción de los poderes de la Corte que se habían
alargado hasta los confines de su reino, generando un odio exacerbado entre la
patria y sus ciudadanos. Todo generó en el poeta un sentimiento visceral de
amargura e impotencia. Nueve años estuvo intentando primero debilitar y después
corregir ante los poderes locales y centrales. Asumido su fracaso en todos los
campos, solamente encontró el sendero del suicidio. Para el desmotivado y
melancólico Reino de Chu, esto supuso una tragedia no conocida hasta entonces,
sin embargo, fue precisamente este deceso la causalidad de los inmortales versos
patrióticos y proféticos de un vate sin par.
La familia de Qu Yuan desde el siglo precedente vivía entroncada con el
emperador, por lo que el poeta siempre ocupó en la Corte puestos de relevancia,
siendo responsable de la expedición de decretos oficiales del reino de Chu tanto
internos como externos. Para ello profundizó y completó una gran formación
intelectual con el manejo de las Analectas de Confucio, el arte militar y potencial
aplicación del Tao The King.
Chu Huai Wang en contra de los estudiados consejos de Qu Yuan planificó la
guerra de unificación de manera improvisada atacando al soberano de Qin; su
derrota fue total. La unidad de China la logró el megalómano Shi Huang, primer
soberano que instauró la dinastía Qin terminando formalmente con los nueve
siglos de la dinastía legendaria de Chu. La desolación fue terrible y los privilegiados
126| Lu Tiemin y Benjamín Hernández Blázquez