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NOTAS:
El número nueve. Para los chinos es a la vez el principio y el fin. Denota el
último número de una serie y la expansión de una nueva realidad que se encamina
a un espacio superior. Es el número de los acontecimientos más significativos y
representa la culminación de un proceso. Juntamente con el ocho, JJOO de Beijing,
es el número más feliz de los ciudadanos de China.
El alma. Todas las culturas se han familiarizado con este concepto. Se habla
del alma de las personas, de los pueblos y de los animales. En esta civilización, se
pensaba que el alma era un espacio de espíritu de dioses secundarios que
descendía del cielo instalándose en las personas, pudiendo quedarse en ellas para
siempre pero también podía emigrar a otras.
Con todo, su obra capital es Perseguido por el Destierro, síntesis de su
obra y simbiosis de su ideología cultural y patriótica. Brilla en la historia de la
literatura, y su autor es tipificado como precursor del romanticismo. Fue escrita en
las postrimerías del destierro, poco antes del suicidio, en un momento de éxtasis
violento generado por la desesperación e impotencia tanto personal como del
Estado de Chu.
Estas cinco principales obras atribuidas a Qu Yuan podrían equiparse, o
encontrar muchos puntos comunes con los libros, también cinco, de la denominada
Biblia de Confucio, tanto en su contenido temático como por su finalidad. Esta
similitud asumida por historiadores occidentales no es compartida por los chinos
que ven profundas diferencias. El Pentateuco confuciano lo integraban:
- El Che King o libro de los versos
- El Tcheu Li o libro de los ritos
- El Chu King o libro de los documentos
- El I Ching o libro de las mutaciones
- Los Anales sobre la Primavera y el Otoño (chuen tsieu)
En su obra de referencia, Perseguido por el destierro subyace, por encima
de otras interpretaciones, la idea de ser adalid del Estado de Chu en la búsqueda de
la prosperidad y su posterior ocaso y ruina. El poema que consta de 186 versos se
puede dividir en tres partes, asumiendo desde el inicio idéntico objetivo, aunque
paulatinamente va acumulando sus dudas y escarceos para retornar “a su ideal
perpetuo” que exhibe en el preludio.
Las dudas y vacilaciones que presenta trata, de argumentarlas y unirlas a
través de conceptos históricos y mitológicos, de reyes imaginarios, parábolas y
quimeras que rotan y se combinan formalizando situaciones de difícil comprensión
Qu Yan. Primer gran poeta chino y precursor del romanticismo |129