Page 210 - Los elementos químicos: un manual extenso. A. Doadrio
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Toxicología

                      Los innumerables usos antropogénicos del plomo, unido a sus fuentes naturales de
               contaminación, hacen que la presencia de este elemento en las cadenas tróficas sea muy

               elevada.

                      El plomo es un tóxico para el ser humano y sus efectos generales dependen de su

               concentración en sangre y de la edad, variando desde el más leve, la anemia, al más grave,

               la encefalopatía.

                      El  ser  humano,  ha  convivido  con  el  plomo  desde  su  origen,  por  lo que ha

               desarrollado  un  control  homeostático  de  regulación  (a  mayor  absorción,  mayor
               eliminación y/o almacenaje), de tal manera que además de eliminarse por el riñón, es

               almacenado en el ser humano en el hueso, sustituyendo al calcio en la hidroxiapatita de
               forma no tóxica. Este control, regula una concentración constante de plomo plasmática no

               tóxica para el ser humano, pero, que sin embargo, puede ser superado cuando se produce

               una absorción de plomo considerable, más de la que el organismo puede regular. En este
               caso, se produce una intoxicación aguda (instantánea) o crónica (a largo plazo).


                      La  intoxicación  aguda  de  plomo,  actualmente  es  muy  rara.  Se  produce  por
               ingestión  de  sales  solubles  o  inhalación  de  vapores  o  polvos.  Su  cuadro  clínico  es  de

               evolución muy lenta, empezando con vómitos, dolor de vientre y sabor metálico.

                      La  intoxicación  crónica  del  plomo,  se  denomina  saturnismo.  La  encefalopatía

               saturnina en niños es frecuente, y da lugar a una disminución en su rendimiento escolar,

               retraso en el proceso de aprendizaje, irritabilidad, letargia en casos graves y episodios
               convulsivos. En adultos, produce un cuadro demencial (parecido  a  la  demencia

               arteriosclerósica), sensación de fatiga, irritación, trastornos del sueño, cefaleas, alteración

               en la visión, ataxia y trastornos del habla.

                      El  plomo,  además,  es  teratógeno  (produce  malformaciones  fetales)  y  abortivo

               porque atraviesa la barrera placentaria. Cuando la intoxicación de plomo afecta al riñón,
               es muy grave, ya que puede dar lugar a necrosis renal.


                      La anemia se produce como consecuencia de la alteración en el metabolismo del
               hierro, ya que inhibe enzimas fundamentales para la biosíntesis de la hemoglobina.









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