Page 151 - QUÍMICA INORGÁNICA DESCRIPTIVA-A. DOADRIO
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TOXICIDAD	DEL	ALUMINIO	Y	TALIO






                  	      El	aluminio,	es	muy	abundante	en	la	naturaleza,	y	tiene	muchas	aplicaciones
                  industriales,	farmacéuticas	y	domésticas,	por	lo	que	se	incorpora	con	facilidad	a	las

                  cadenas	tróficas,	tanto	por	fuentes	naturales	como	antropogénicas.

                  	      La	 absorción	 de	 aluminio	 en	 el	 ser	 humano	 es,	 esencialmente,	 por	 vía
                  gastrointestinal.	Su	absorción	por	esta	vía	de	entrada	es	escasa,	del	orden	de	20-30	mg
                  diarios,	 debido,	 principalmente,	 a	 su	 insolubilidad	 con	 los	 fosfatos	 de	 ciertos

                  alimentos,	por	lo	que,	en	ese	caso,	se	elimina	por	heces.	Sin	embargo,	los	ancianos,	que
                  tienen	una	mayor	permeabilidad	de	la	mucosa	gástrica	y	los	lactantes,	por	el	mismo
                  motivo,	pueden	acrecentar	la	absorción	de	aluminio	y,	por	tanto,	son	poblaciones	de
                  riesgo,	debido	a	la	toxicidad	del	metal.

                  	      De	los	20-30	mg	diarios	que	se	absorben	(datos	de	la	FDA),	solo	de	2	a	10	mg	lo

                  son	 por	 los	 alimentos	 frescos	 que	 consumimos	 y	 el	 resto,	 por	 aditivos,	 espesantes,
                  antiácidos	o	por	la	cesión	de	aluminio	a	través	de	utensilios	de	cocina,	revestimiento
                  de	los	envases	y	el	papel	de	aluminio	que	empleamos	en	la	envoltura	de	los	alimentos.

                  	      Otro	 riesgo	 añadido,	 que	 aumenta	 las	 concentraciones	 de	 aluminio	 que

                  recibimos	en	la	dieta,	es	por	el	del	tratamiento	de	las	aguas	residuales	con	compuestos
                  de	aluminio,	que	luego	se	utilizan	para	bebida.

                  	      El	aluminio	es	tóxico	para	el	hombre	y,	si	bien,	a	las	concentraciones	habituales
                  que	recibimos	diarias	no	representa	un	riesgo	sanitario,	hay	que	tener	en	cuenta	que
                  tiene	 un	 peligro	 potencial	 si	 es	 que,	 por	 alguna	 causa,	 normalmente	 accidental	 o

                  fisiológica,	se	incrementa	la	ingesta	y/o	absorción	de	aluminio.	Así,	concentraciones
                  altas	del	metal	en	las	aguas	de	bebida	(>100	µg/L),	se	ha	demostrado	que	aumentan
                  hasta	en	un	50%	el	riesgo	de	padecer	la	enfermedad	de	Alzheimer.	En	zonas	de	Japón,
                  se	 ha	 descrito	 una	 mayor	 incidencia	 de	 la	 esclerosis	 amiotrófica	 (enfermedad
                  neuromuscular	 de	 las	 neuronas	 motoras	 de	 inicio	 violento,	 curso	 rápido	 y
                  progresivamente	 incapacitante),	 que	 ha	 sido	 atribuido	 a	 una	 concentración	 de
                  aluminio	inusualmente	elevada	en	las	aguas	de	bebida.


                  	      Pero,	el	aluminio	es,	sobre	todo,	un	tóxico	ocupacional	(o	laboral),	que	afecta	a
                  los	 trabajadores	 de	 las	 industrias	 de	 explosivos,	 producido	 por	 la	 inhalación
                  persistente	de	óxidos	de	aluminio	que,	en	forma	de	pequeñas	partículas,	se	absorben
                  vía	 respiratoria	 y	 que,	 a	 través	 de	 los	 pulmones,	 pasan	 a	 sangre.	 En	 este	 caso,	 la

                                                                            CAPÍTULO	6:	GRUPO	13	 |151
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