Page 12 - Anales vol 2 nº1 2017
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2. RUPTURA CON EL PASADO: LAS DIMENSIONES DEL CAMBIO
Para hablar de la sociedad civil del futuro es necesario atender, en primer
lugar, al factor tiempo. El cambio es uno de los síntomas que más se han acusado
en nuestro siglo, y la rapidez con el que éste se origina, hace pensar en el volumen
de las modificaciones y en la necesidad imperiosa de encontrar cuanto antes
soluciones que sean adecuadas a los diferentes problemas que se plantean. Hace ya
más de un cuarto de siglo que Alvin Toffler expuso en su libro “El “shock” del
futuro” las dimensiones del cambio y el corto espacio temporal en las que estas se
desarrollaban. Además, la variedad e importancia de estas modificaciones retratan
a nuestro tiempo como un segundo momento de “civilización” y abandono de la
barbarie. Este aparente progreso no se da, sin embargo, siempre. A continuación
nos proponemos analizar algunos de los ámbitos más significativos en la vida
social y algunas de las soluciones que pueden adoptarse cuando se ha perdido el
rumbo del progreso.
3. SOCIEDAD DESIGUAL, EL CONSUMISMO
Una de las notas que se destacan en la sociedad actual, con repercusiones en
el futuro, es la desigualdad cultural de los pueblos, que se traduce en una
desigualdad económica. Jean Christophe Rufin en su libro “El imperio y los
nuevos Bárbaros”, expone que las desigualdades continúan y éstas generan
enfrentamientos. Ha desaparecido, al menos por el momento, la confrontación
Este-Oeste, sigue siendo evidente y dura la de Norte-Sur.
Además de las diferencias culturales y sociales que hallamos dentro de un
mismo país e, incluso, en el continente más desarrollado, existen desigualdades
tremendas entre los países del Tercer Mundo y los desarrollados. Esto marca una
división elemental en la sociedad que ha de tener consecuencias en el futuro. No se
puede prescindir del Tercer Mundo, porque la eficacia de la comunicación nos
proporciona una detallada información del mismo. El área más desarrollada del
planeta no puede quedar indiferente y debe aplicarse a la búsqueda de soluciones
y al modo más eficaz de aplicarlas. La pluralidad, dice Ralph Dahrendorf y
también Karl Popper, son necesarias para la sociedad democrática, pero
pluralidad y desigualdad no son lo mismo. La pluralidad es posible cuando hay
unos mínimos culturales cubiertos que dan libertad y soltura al ciudadano.
“La sociedad plural es nuestra sociedad, y alberga dentro de sí la
pluralidad como su constituyente. Podemos llamarla, si se quiere, sociedad
abierta, pero en un sentido más radical del que usaba Popper hace casi cincuenta
años. Totalmente abierta, sociedad diferenciada. Por ejemplo, se puede describir
la democracia como hace Ralph Dahrendorf, diciendo que consiste en la posibilidad
12| Ignacio Buqueras y Bach