Page 105 - Balneario de Villavieja
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Figura
12.
Corte
paralelo
a
las
líneas
de
flujo
que
muestra
el
mecanismo
de
las
surgencias
relacionadas
con
la
formación
acuífera
del
Muschelkalk.
Según
el
recorrido
seguido
por
sus
líneas
de
flujo
el
agua
subterránea
entra
en
contacto
con
diferentes
litologías
por
lo
que
adquiere
distinta
composición
físico‐
química
(Figura
11
y
12).
Por
su
parte,
su
caudal
y
temperatura
dependerá
de
la
profundidad
finalmente
alcanzada,
ligada
al
gradiente
geotérmico
(3ºC/100
m),
y
de
las
dimensiones
de
las
fracturas
(Gráfico
1).
Eso
explica
las
diferentes
características
de
las
aguas
captadas
por
la
Agrupación
de
Balnearios
(facies
sulfatada
cálcica
con
elevada
temperatura
y
salinidad),
las
de
la
Font
Calda
(facies
bicarbonatada
cálcico‐
magnésica
con
baja
mineralización
y
temperatura)
y
la
de
Termas
Galofré
(facies
sulfatadas
cálcicas
con
elevada
temperatura).
En
la
Agrupación
de
Balnearios
el
agua
presenta
una
circulación
profunda,
posiblemente
facilitada
por
la
falla
inversa
que
afecta
al
núcleo
del
anticlinal
y
por
alguna
otra
no
visible
en
superficie
pero
de
muy
probable
existencia
(8).
A
esto
contribuiría
también
la
gran
fractura
N‐130 ‐E
que
separa
a
estas
formaciones
del
O
acuífero
de
La
Plana
y
hunde
varios
centenares
de
metros
todo
el
edificio
mesozoico
al
este
de
la
misma
afectando
a
su
zócalo.
La
permeabilidad
de
las
calizas
y
dolomías
del
Muschelkalk
permitirían
el
tránsito
del
agua
hacia
las
manifestaciones
termales.
La
mayor
profundidad
de
estas
aguas
viene
avalada
además
por
la
presencia
de
SiO2
en
cantidades
significativas
(lo
que
supone
mayor
profundidad
y/o
mayor
gradiente
geotérmico).
En
origen
esta
temperatura
es
sin
duda
mayor,
y
podría
alcanzar,
según
algunos
estudios
basados
en
su
contenido
en
sílice,
los
85 C
(8),
lo
que
O
supone
que
podrían
proceder
de
profundidades
superiores
a
los
1.000
m
(incluso
1.800
m
según
(8)).
Dado
que
las
formaciones
paleozoicas
tienen
escasa
permeabilidad,
esto
implica
que
el
agua
tiene
que
alcanzar
necesariamente
dichas
profundidades
a
través
de
las
areniscas
del
Bunt.
El
hecho
quedaría
explicado
por
el
análisis
del
dispositivo
tecto‐sedimentario
de
la
zona,
que
responde
a
una
estructura
J.
A.
López
Geta
et
al.|103