Page 41 - Balneario de Villavieja
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1.
INTRODUCCIÓN


                         Las
aguas
de
La
Vilavella,
Villavieja
de
Nules,
Villavieja
(Castellón)
se
conocen


                  desde
tiempos
de
los
romanos
y
fueron
utilizadas
por
los
diferentes
pobladores
de
la


                  zona,
gozando
en
los
siglos
XVIII
y
XIX
de
gran
renombre
(2,3).
Francés
et
al.
(2),
en

                  esta
misma
monografía,
comentan
que
hay
un
cierto
debate
en
cuanto
a
la
declaración

                  de
 utilidad
 pública
 de
 las
 aguas
 de
 Villavieja,
 en
 lo
 que
 no
 nos
 vamos
 a
 detener;

                  indican
 que
 en
 1827
 ya
 figuran
 los
 Baños
 de
 Villavieja
 en
 la
 relación
 oficial
 de

                  temporada
de
baños
publicada
en
la
Gaceta
de
Madrid
(4).



                         García
López
(5)
cita
que
en
la
Gaceta
de
Gobierno
del
día
16
de
abril
de
1869

                  se
recogen
los
establecimientos
de
aguas
minerales
declarados
de
utilidad
pública,
las

                  temporadas
en
que
se
hallan
abiertos,
provincias
a
que
pertenecen
y
nombre
de
los

                  directores;
entre
ellos,
aparece
Villavieja.
Recoge
en
su
obra
el
Reglamento
de
1834

                  para
la
dirección
y
fomento
de
los
baños
y
aguas
minerales
de
España,
que
el
autor

                  utiliza
como
base
para
su
obra.
Ya
en
el
siglo
XX,
en
el
Estatuto
sobre
la
explotación
de


                  manantiales
de
aguas
mineromedicinales,
aprobado
por
Real
Orden‐Ley
nº
743,
de
7

                  de
marzo
de
1928,
publicado
en
la
Gaceta
de
Madrid
nº
117,
de
26
de
abril
de
1928,
se

                  justifica
la
declaración
de
utilidad
pública
de
las
aguas
que
nos
ocupan
(6).


                         Se
 sabe
 de
 la
 existencia
 de
 diferentes
 manantiales
 en
 Villavieja,
 y
 la
 mayor

                  importancia
 en
 los
 primeros
 tiempos
 la
 tuvo
 la
 denominada
 Fuente
 o
 Font
 Calda,

                  aunque
 en
 dicha
 población
 existen
 otras.
 El
 estudio
 de
 todas
 estas
 aguas
 ha
 sido

                  motivo
de
interés
a
lo
largo
de
los
tiempos
y
los
datos
obtenidos
y
la
clasificación
de

                  las
mismas
fue
variando
en
función
de
los
métodos
de
análisis
y
de
las
ideas
sobre

                  clasificación
de

las
aguas
en
los
distintos
momentos.


                         En
nuestra
época,
hay
un
creciente
interés
por
las
aguas
mineromedicinales
y

                  los
balnearios,
lo
que
da
lugar
a
la
aparición
de
las
más
diversas
publicaciones.
Tal
es

                  el
caso
de
estudios
tan
interesantes
como
el
de
Sanz
y
Marco
(7)
sobre
balnearios
y

                  aguas
 medicinales
 de
 Castellón
 del
 siglo
 XIX.
 Entre
 los
 numerosos
 textos
 que
 se


                  refieren
 a
 las
 aguas
 de
 Villavieja,
 podemos
 mencionar
 algunos
 de
 los
 realizados
 y

                  publicados
en
el
siglo
XIX
en
que
se
les
prestó
mucha
atención
(Tabla
1).

                         En
 algunos
 casos
 los
 directores
 médicos
 de
 los
 balnearios
 publicaron


                  memorias‐disertaciones
en
distintos
años
sobre
las
aguas
y
sus
usos;
tal
es
el
caso
de

                  Barraca
o
de
Sanchís,
de
cuyas
memorias
recogemos
una
en
la
Tabla
1.


                  

                  

                  

                  

                  

                  

                  

                      
                                                            Torija
Isasa,
M.ª
E.
et
al.|39


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