Page 69 - Historia "nobelada" de la Genética
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laboratorio había trabajado con anterioridad, que mostraba en el núcleo interfásico un
solo 69osibili en lugar de dos que tenía la cepa receptora normal. Diez años más tarde,
Kobel y colaboradores (1973) obtuvieron un sapo hembra fértil transfiriendo núcleos de
células no ciliadas de epidermis de renacuajo, ratificando así las experiencias de Gurdon.
A pesar de la evidencia experimental aportada por Gurdon y la corroboración por
Kobel y colaboradores, sin embargo, la clonación en anfibios por transferencia de núcleos
de células diferenciadas fue recibida con cierto escepticismo por parte de la comunidad
científica (Di Berardino y Hoffner, 1980) porque, como señala la propia Institución Nobel,
el descubrimiento de Gurdon “hizo añicos el dogma de que la diferenciación celular sólo
podía ser un proceso unidireccional” (Frisén et al., 2012). De hecho, la idea científica
vigente entonces estaba muy enraizada con el modelo de canalización del desarrollo
propuesto por Waddington (1957) en la década anterior en el que comparaba el proceso
de desarrollo con un paisaje epigenético de montañas y valles en el que las células
indiferenciadas están en las cumbres de las montañas y en el proceso de diferenciación
entran en los valles de forma que ya no podrán volver al estado diferenciado que
representan las cumbres. Otro ejemplo muy gráfico que solía utilizar yo en mis clases de
Genética era el de los cambios de vía de una estación de tren donde se clasificaban los
vagones llevándolos a las vías muertas de la diferenciación.
b) Mamíferos
Si en anfibios había sido posible la clonación por transferencia de núcleos, ¿por qué
no podía ser posible también en mamíferos? Sin embargo, las investigaciones realizadas
inicialmente en ratones dieron resultados negativos, dando pie a que se llegara a decir en
palabras del mayor exponente en el campo de la investigación genética embriológica en
ratón de aquella época que “la clonación por transferencia de núcleos en mamíferos es
biológicamente imposible” (McGrath y Solter, 1984). Es obvio que términos como
imposible, siempre o nunca no pueden ser usados en cuestiones científicas. De hecho,
trece años más tarde, en 1997, la comunidad científica y la sociedad conocieron con
perplejidad que en el Instituto Roslin de Edimburgo había nacido la oveja Dolly originada
por transferencia del núcleo de una célula de glándula mamaria de una oveja adulta a un
ovocito enucleado en una investigación dirigida por el Dr. Ian Wilmut (Wilmut et al.,
1997). Este trabajo del grupo de Wilmut abrió las puertas a la clonación por transferencia
de núcleos en mamíferos; así, hasta la fecha de hoy, se han obtenido animales clónicos en
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