Page 87 - QUÍMICA INORGÁNICA DESCRIPTIVA-A. DOADRIO
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REACTIVIDAD
Los elementos alcalinos, son los metales más reactivos químicamente de la
tabla periódica. La reactividad aumenta conforme descendemos en el grupo,
resultando el cesio y el francio los más reactivos del grupo.
En su reacción con el agua –como ocurre con los alcalinotérreos, excepto
berilio que no reacciona- se produce hidrógeno y el hidróxido correspondiente. Estas
reacciones son exotérmicas y, generalmente, violentas y peligrosas. En la velocidad de
la reacción influyen, esencialmente, la temperatura del agua y el grado de subdivisión
del sólido. Así, un aumento de temperatura y si está troceado o particulado, donde la
superficie de contacto del metal con el agua es mayor, acrecienta la velocidad de
reacción y, por tanto, su peligrosidad (ver vídeos del apartado 4.1). Son mucho más
intensas estas reacciones con los metales alcalinos que con los alcalinotérros.
La reacción del litio con el agua es la más lenta y, por tanto, la menos peligrosa,
de los metales alcalinos, porque cinéticamente lo es, debido a que su densidad es casi
la mitad que la del agua. La reacción transcurre con burbujeo de hidrógeno y se forma
una solución transparente, que es de hidróxido de litio.
La del sodio, es mucho más rápida; desprende gran cantidad de calor, lo que
provoca que se funda, convirtiéndose en una bola de metal gris plateada. El hidrógeno
que se forma, como en todas estas reacciones del grupo, es capaz de impulsar a esa
bola por la superficie acuosa, dejando un rastro blanco, que es debido a la formación
de hidróxido de sodio que, con el tiempo, se va a disolver, resultando al final, una
disolución transparente. El hidrógeno, además, se inflama y arde, con una llama de
color anaranjado. También, el sodio suele explotar. Así que, resulta ser la reacción más
espectacular en medio acuoso de un elemento no radiactivo.
En la del potasio, el calor de la reacción es más que suficiente para inflamar al
hidrógeno que, en este caso, da una llama de color rosa azulada. Además, el metal
siempre explota.
El rubidio y el cesio, detonan en contacto con el agua, ya que, al ser más densos
que ésta, la reacción tiene lugar en el fondo del recipiente, donde el hidrógeno arde,
causando una onda de choque que, generalmente, rompe el recipiente que lo contiene.
En el caso del cesio, se forma el hidróxido de cesio, que es la base más fuerte conocida.
CAPÍTULO 4: METALES ALCALINOS |87