Page 95 - Balneario de Villavieja
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acuíferos
existentes
y,
por
último,
el
hidroquímico
que
tipifica
la
composición
de
sus
aguas.
La
interrelación
de
estos
tres
modelos
da
como
resultado
la
presencia
de
este
tipo
de
aguas
en
lugares
concretos
y
con
unas
propiedades
físico‐químicas
determinadas.
3.
MODELO
GEOLÓGICO
DEL
SECTOR
Desde
el
punto
de
vista
geológico,
el
municipio
de
La
Vilavella
se
ubica
en
la
confluencia
de
la
llanura
de
la
Plana
de
Castellón
(Mapa
2)
con
la
Sierra
del
Espadán,
esta
última
perteneciente
al
extremo
oriental
de
la
Cordillera
Ibérica
(Figura
5),
en
la
que
la
fuerte
tectónica
existente,
representada
por
la
abundante
presencia
de
pliegues,
fallas
y
fracturas
en
su
mitad
occidental,
ha
determinado
la
morfología
de
la
zona.
Como
se
ha
comentado,
hacia
el
este
se
abre
una
llanura,
que
desciende
progresivamente
hacia
el
mar
Mediterráneo,
generada
por
la
creación
de
una
gran
fosa
tectónica
rellenada
por
sedimentos
pliocuaternarios
de
carácter
detrítico
(PC)
y
espesor
variable,
que
pueden
superar
en
algunos
sectores
los
250
m.
Estos
depósitos
ocupan
la
gran
extensión
que
va
desde
La
Vilavella
hasta
la
costa,
donde
se
encuentran
sedimentos
aluviales
y
conglomerados
arcillosos
así
como
algunos
niveles
de
costras
calcáreas
del
Pleistoceno
y
del
Holoceno.
Estos
sedimentos,
que
presentan
una
gran
heterometría
y
permeabilidad
por
porosidad,
se
sitúan
mediante
superficie
erosiva
sobre
un
basamento
compuesto,
según
zonas,
por
formaciones
detríticas
de
carácter
arcilloso‐areniscoso
(M)
de
edad
terciaria,
que
en
conjunto
adquieren
un
comportamiento
impermeable,
o
por
las
formaciones
mesozoicas
que
afloran
en
la
zona
occidental
(sierra
de
Espadán),
de
comportamiento
hidrogeológico
diverso.
Al
oeste
de
la
mencionada
depresión
tectónica,
y
coincidente
con
la
ruptura
de
pendiente
donde
se
ubica
la
localidad
de
La
Vilavella,
aparece
un
área
de
topografía
abrupta
con
cotas
superiores
a
300
m
que
alcanza
su
máxima
expresión
en
el
pico
de
Santa
Bárbara
(425
m
s.n.m.).
Todo
este
macizo
montañoso
está
compuesto
por
formaciones
de
edad
triásica
en
facies
germánica
cuya
génesis
comienza
con
el
depósito
de
arenas
y
arcillas
en
un
ambiente
continental
configurando
la
denominada
facies
Buntsandstein.
Más
tarde,
se
produce
una
transgresión
marina
que
origina
una
sedimentación
calcárea
en
un
ambiente
nerítico,
si
bien
se
aprecian
etapas
de
depósitos
lagunares
manifestadas
por
materiales
arcillo‐margosos,
que
da
lugar
a
los
potentes
tramos
carbonatados
de
la
facies
Muschelkalk.
Por
último,
se
instala
un
régimen
lagunar
que
propicia
la
sedimentación
de
margas,
arcillas
y
yesos,
con
alguna
intercalación
calcárea
de
poco
espesor,
que
conforman
la
facies
Keuper.
J.
A.
López
Geta
et
al.|93