Page 70 - Anales vol 2 nº1 2017
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verosímilmente un caso de lo que actualmente se conoce como fibroma pleural.
Describe finalmente la tercera forma o “Infiltration” en la cual la “materia
cancerosa se deposita entre los elementos histológicos primitivos, los
comprime, la mayoría de las veces los atrofia y hace desaparecer…” con dos
formas, incompleta en la cual se observa una mezcla más o menos uniforme de la
materia cancerosa y los elementos histológicos del pulmón, o completa, en la cual
todo elemento pulmonar ha desaparecido no quedando nada más que tejido
canceroso. La correlación entre las tres formas macroscópicas y la primariedad del
tumor la discute de forma confusa, siendo sin embargo de resaltar que en los casos
primarios dominan numéricamente las formas de “infiltración” generalmente
monolaterales. Especifica el diferente significado de los términos “encefaloide” o
“forma blanda” y “escirro” o “forma dura” indicando que la primera es la forma
dominante en sus observaciones, y una tercera forma “coloide” que no describe en
detalle. Describe la extensión local a pleura visceral, mediastino, corazón,
pericardio, grandes vasos incluida la vena cava superior, esófago y la invasión de la
pared torácica y del vértice del tórax, así como la cavitación del tumor y del propio
parénquima pulmonar y el englobamiento en la masa tumoral de nervios y vasos.
Cita la aparición de células tumorales en el contenido de los bronquios y la
ocupación de la luz bronquial por masas de tumor y la aparición de derrame
pleural en casos hemorrágico.
Finalmente la síntesis y resumen de todo lo aportado durante el siglo XIX se
puede encontrar en la extensa monografía publicada por Adler en 1912 (1) en la
que se recogen ocho casos de observación propios y se revisan los publicados
hasta el momento. En ella se establece como una conclusión a tomar muy en
consideración en relación con todo el progreso realizado a lo largo del siglo
siguiente, la siguiente afirmación “On one point, however, there is nearly
complete consensus of opinión, and that is that primary malignant neoplasms
of the lungs are among the rarest forms of disease”, añadiendo que “even the
diagnosis made on the autopsy table are not always reliable”. Como
justificación de la última afirmación indica la ausencia de personas suficientemente
entrenadas para realizar dicho estudio, aportando dos observaciones de
Kretschmar y de Morelli en los cuales el estudio macroscópico del pulmón no
mostró masa pulmonar y si una acentuación de la trama broncovascular que
microscópicamente correspondía a la invasión de los vasos linfáticos por tejido
tumoral y a crecimiento tumoral, parece que focal, en los espacios alveolares.
A favor de dicha afirmación esta la infrecuente observación del carcinoma
pulmonar en series de necropsias hasta finales del siglo XIX según se desprende de
los siguientes datos numéricos:
70| Emilio Álvarez Fernández