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Siendo aulas donde un profesor tenga un número de alumnos que pueda
atender y personalizar la enseñanza.
La sociedad en su conjunto debe corregir actitudes que vemos por las
calles de falta de civismo, por parte de adolescentes, no regañando, ni castigando
sino haciéndoles ver que la calle es un bien de todos que hay que respetar la
propiedad privada y la propiedad del colectivo ciudadano.
El marketing, donde por venderlo que sea, se hacen campañas donde se
fomenta el juego, la violencia, o la publicidad irresponsable.
En conclusión
El respeto y la dignidad individual y colectiva, no puede dejarse llevar por la
economía que ha fomentado la vulgaridad, para que todos seamos consumidores
de bienes estándar. No debe regirse un país evolucionado, civilizado y desarrollado
solo y exclusivamente por la economía, sino por el paralelismo con la educación.
Y la educación no está en los despachos políticos, de pedagogos teóricos,
sino en la verdadera vocación docente y sobretodo en la verdadera vocación de ser
padres. Y ciudadanos responsables.
140| Concepción García Colorado
