Page 93 - Historia "nobelada" de la Genética
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La importancia del estudio de los mecanismos de reparación del daño genético ha
llevado a la Real Academia de Ciencias de Suecia, con sede en Estocolmo, a otorgar el 7 de
octubre pasado el Premio Nobel en Química 2015 a los doctores Tomas Lindahl, Paul
Modrich y Aziz Sancar por sus “estudios sobre los mecanismos de reparación del ADN”.
Casi me atrevería a decir que se trata de un retorno a los primeros tiempos de la Genética
en la era de la Genómica porque, ciertamente, la investigación sobre la mutación en la
historia de la Genética puede decirse que se iniciaron hace casi noventa años cuando
Muller, en 1927, demostró que los rayos X producían mutaciones, aunque en aquella
época ni siquiera se conocía la base molecular de la herencia; es decir, no se sabía que los
genes son ADN. En 1946, Muller recibió el Premio Nobel en Fisiología o Medicina “por su
descubrimiento de la inducción de mutaciones mediante radiación con rayos X”.
Siguiendo el informe hecho público por la Real Academia Sueca de Ciencias
(Gustafsson, 2015), se puede resumir que, “Lindahl demostró que el ADN es una molécula
inherentemente inestable sujeta a degradación incluso bajo condiciones fisiológicas,
identificando después un grupo totalmente nuevo de ADN glicosidasas y describiendo su
papel en la reparación por escisión de bases. Por su parte, Sancar transformó el campo de
la reparación por escisión de nucleótidos desde la genética y los fenómenos en extractos
celulares a una detallada descripción molecular de los mecanismos implicados en
bacterias y en células eucarióticas. Además, Sancar también explicó los mecanismos
moleculares que subyacen en el proceso de fotorreactivación, que fue la primera forma
descrita de reparación del ADN. Finalmente, Modrich transformó el campo de la
reparación del apareamiento erróneo (mismatch repair) desde las observaciones genéticas
a una detallada comprensión bioquímica, primero en bacterias y más tarde en células
eucarióticas.
1. Fotorreactivación
Aunque desde hacía muchos años antes se sabía que la luz ultravioleta (UV) inducía
mutaciones y afectaba a la viabilidad de las células, no fue hasta 1949 cuando Kelner
demostró que la luz visible podía estimular el crecimiento de las células bacterianas que
había sido detenido tras la exposición a la luz UV (Kelner, 1949). El fenómeno, que fue
denominado fotorreactivación, suponía la existencia de algún mecanismo celular
dependiente de la luz visible que podía corregir el daño celular ocasionado por la luz UV.
Más tarde, en los años 1958 y 1960, Rupert demostró la existencia de una actividad
HISTORIA “NOBELADA DE LA GENÉTICA” (1900-2016) 93