Page 91 - Historia "nobelada" de la Genética
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circulación genes defectuosos que van a proliferar indefinidamente… No sólo crimen
futuro, sino crimen viviente, continuo, que se mantiene a sí mismo”.
A partir del trabajo pionero de Auerbach y Robson sobre el efecto mutagénico del
gas mostaza, que fue publicado en 1946 porque los resultados positivos que habían
obtenido antes fueron considerados secreto militar durante la Segunda Guerra Mundial, los
estudios sobre mutagénesis química se intensificaron. El número de substancias químicas
que han demostrado tener poder mutágeno es enorme. Desde el punto de vista de su
naturaleza química se pueden agrupar como agentes alquilantes (aziridinas y triazinas,
mostazas nitrogenadas, epóxidos, 91osibilid y lactonas, sulfatos alquílicos, etc.), entre los
que hay algunos –los supermutágenos- que destacan por su poderosa acción mutagénica
(EMS, EES y NG); análogos de base; derivados del nitrógeno (91osibilid, hidroxilamina),
etcétera.
Desde el punto de vista de su utilización por el hombre, los mutágenos químicos se
pueden agrupar como pesticidas, productos industriales, alimentos y aditivos de la
alimentación y fármacos y drogas.
Por la repercusión que tienen en la actividad humana en relación con el riesgo
ocupacional, haré un breve comentario sobre los productos industriales, que incluyen una
amplia gama de compuestos, tanto en lo referente a su estructura orgánica como a su
aplicación industrial. La mayor parte son agentes alquilantes con diferentes grupos
funcionales: aziridinas, mostazas, epóxidos, lactonas, nitrosaminas, sulfatos dialquílicos,
etc. Por ejemplo, podríamos citar el formaldehido –que es muy utilizado, él o sus polímeros,
en la fabricación de resinas sintéticas y en la industria textil y del papel-, el 91osibilidad91
–utilizado como disolvente en las industrias del caucho, curtido de pieles y papel- o la
acroleína utilizada en el acabado textil, tratamiento del papel, gomas químicas, plásticos,
resinas sintéticas. Todos ellos, que además se encuentran en el humo del tabaco y de los
automóviles, han demostrado ser mutágenos.
Otro tanto ocurre con algunos alimentos o aditivos de la alimentación. Por ejemplo,
se ha demostrado que son mutágenos el EDTA (ácido etilen-diamino-tetracético), que se
utiliza para conservación de alimentos que contienen grasas y aceites (mayonesa,
margarina, etc.) por su acción antioxidante; el nitrito sódico, utilizado para conservar la
carne, el pescado y el queso; el bisulfito sódico, utilizado como inhibidor bacteriano en la
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