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cesión de las islas Jónicas que siete años antes Gran Bretaña había hecho a
favor de Grecia, propuesta cuya aceptación declinó el gobierno de Gladstone.
La prensa europea, a fines de 1898, con motivo de la guerra hispano-
norteamericana, especuló acerca de una negociación entre León y Castillo
entonces embajador de España en París y el ministro Hanotaux, sobre una
hipotética cesión de Ceuta y Melilla a Francia, a cambio de que ésta prestase a
España ayuda financiera y diplomática en el citado conflicto. En la misma línea se
mantuvo el general Miguel Primo de Rivera el 25 de marzo de 1917, en su
discurso de ingreso en la Real Academia Hispano-Americana de Cádiz; aún en
1924 se solicitaba del Gobierno francés su intervención cerca del Sultán para
conseguir una ligera modificación de fronteras de las Plazas de Ceuta y Melilla,
para, según el embajador británico “poder ofrecer mejor prenda de cambio a Gran
Bretaña en la permuta de Ceuta por Gibraltar”, lo que fue reiterado en 1925 y en
1927. Se vislumbró, en efecto, la posibilidad de abandonar el Protectorado, pero
nunca las Plazas pues respecto de éstas se mantuvo la idea de un posible futuro
intercambio de Ceuta por Gibraltar, proyecto sobre el que se habían mantenido
conversaciones en plena I Guerra Mundial, sin que fuese finalmente aceptado por
el Almirantazgo británico. En 1927 Primo de Rivera volvía de nuevo sobre su idea
encargando a Merry del Val, entonces embajador de España en Londres, la
misión de sondear al Gobierno británico en cuanto a su disposición para
efectuar la permuta, pero nuevamente la respuesta británica fue negativa.
También en la reciente historia política española existieron ciertas
vacilaciones; así en el primer programa electoral de Reforma Democrática, se
incluyó la “cesión progresiva de la soberanía de Ceuta y Melilla a Marruecos”, y en
el “Libro Blanco para la Reforma Democrática”, elaborado en 1976, se planteaba
la posibilidad de “devolver” Ceuta y Melilla a Marruecos, lo que posteriormente
fue corregido en el documento titulado “Una política exterior para España” en
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el que se reivindica la españolidad tanto de Ceuta como de Melilla .
Si hoy, en 2017, se contempla cuál es la situación jurídico-internacional de
la Ciudad Autónoma de Ceuta, así como de las demás zonas de territorio español
sitas en el norte del continente africano, habrá que reconocer que, la citada
opinión de Rachid Lazrak en cuanto a que fueran “un medio de cambio”, resulta
radicalmente desmentida por la realidad. Hecho relevante ha sido la visita
oficial a Ceuta que, en 2007, giraron SS. MM. los Reyes de España, lo que motivó
el esperado conflicto diplomático, al igual que hicieron en otras partes del Estado.
No debe olvidarse, por otro lado, que cualesquiera proyectos de un Estado
en cuanto a ceder a otro una parte de su territorio nacional no producen per
se efecto jurídico alguno, porque éste solamente podría tener lugar mediante la
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En “Actualidad” (no oficial) “PP S. A.” (del 15 al 21 de octubre de 2005), párrafo 3.
La ciudad autónoma de Ceuta ante el Derecho internacional y el derecho español |265