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mientras que si afecta a la submucosa ya existe un carcinoma incipiente

                  (temprano). La probabilidad de malignización aumenta con el tamaño de la lesión,
                  la proporción del componente vellositario y su tiempo de evolución. El diagnóstico
                  de elección es por endoscopia, que debe realizarse de forma completa ante  el
                  hallazgo de una de estas lesiones por la posibilidad de otras lesiones sincrónicas.

                         Si en el transcurso de una colonoscopia se  observa un pólipo, debe ser
                  extirpado por completo durante la endoscopia, indicando la cirugía solo para las
                  lesiones no abordables por endoscopia. Cuando la anatomía patológica posterior
                  diagnostica un carcinoma in situ, la polipectomía debe considerarse suficiente; sin
                  embargo, si existe carcinoma invasivo (afectación de la submucosa) debe
                  realizarse una colectomía segmentaria, ya que hasta el 10% de estos pacientes
                  presentan extensión de la enfermedad más allá de los márgenes de resección o en
                  ganglios loco-regionales. Los pacientes en los que se ha realizado polipectomía de
                  lesiones adenomatosas deben ser incluidos  en un programa de seguimiento
                  endoscópico periódico, periodicidad dependiente del riesgo de CCR evaluado
                  según los hallazgos de la colonoscopia inicial.

                         Los pacientes en los que se detectan solo pólipos hiperplásicos de pequeño
                  tamaño no requieren un seguimiento posterior, excepto en la poliposis
                  hiperplasica (múltiples pólipos hiperplásicos, de tamaño >1 cm y proximales al
                  sigma) ya que los pacientes con esta entidad presentan un alto riesgo de CCR y
                  deben seguir un protocolo de vigilancia específico.


                         La PAF y sus variantes tienen un alto potencial de malignización a CCR lo
                  que implica que casi el 100% de los pacientes a los que no se les realiza colectomía
                  presenten CCR antes de los  50 años por lo que en general precisan cirugía
                  profiláctica antes de los 25 años de edad.  Por su  relevancia esta patología se
                  comenta en un apartado específico.

                         La enfermedad inflamatoria crónica intestinal (colitis ulcerosa y con menos
                  frecuencia enfermedad de Crohn) también se considera patología preneoplásica,
                  dada la secuencia de progresión de displasia a carcinoma. El riesgo es 5-15 veces
                  superior al de la población  general, mayor en pancolitis de más de 10 años de
                  evolución y en colitis izquierda de más de 14 años. Se recomienda la colonoscopia
                  bianual con biopsias múltiples. La remisión de la enfermedad no reduce el riesgo y
                  en ambas se acepta la cirugía profiláctica, con la resección del segmento afecto, en
                  los casos de larga evolución y lesión difusa.




                  3.- SÍNDROMES NEOPLÁSICOS HEREDITARIOS

                         3.1. CÁNCER DE COLON



                                  Papel de la cirugía profiláctica en la prevención del cáncer colorrectal |169
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