Page 76 - Anales 2-2 -2017
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espera una reducción en el consumo de los hogares; del consumo público y de la
inversión, con lo que disminuirá la aportación de la demanda agregada a la
formación del PIB, del 2,8 al 2,2% , así como, del comercio exterior, que de
aportar un 0,5% en 2016 lo hará con la baja de una décima de punto porcentual,
con lo que, en síntesis, el PIB evolucionaría de un crecimiento del 3,3% de 2016, a
una estimación del 2,6% en 2017. (1)
Por otra parte, la observación de otros indicadores, como el empleo, tendrá
una evolución menos favorable en 2017, si bien la tasa de desempleo
experimentaría una reducción de 1,7 puntos porcentuales. El IPC anotaría una
subida en 2017, así como los costes laborales unitarios. La tendencia del déficit
público sería positiva, aunque todavía estaríamos por encima de lo que exige la
Unión Europea, el 3% del PIB, y, finalmente, el petróleo Brent anotaría una subida
importante, dato que sería desfavorable para el conjunto de la economía.
Sin embargo, en relación a los ingresos públicos se experimentaría una
leve subida tanto en los impuestos sobre la renta de las personas físicas (IRPF)
como de las cotizaciones sociales. En el primer caso, significaría una mayor
reducción en la renta disponible de los ciudadanos, que podría ser superior debido
al esperado aumento del déficit en el sistema público de pensiones que, por
segundo año consecutivo se presentará en 2017. España tiene aquí un punto débil,
puesto que a la vista de lo que viene sucediendo desde la creación del Pacto de
198| Rafael Morales-Arce Macías