Page 114 - Historia "nobelada" de la Genética
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(University of California, San Diego, La Jolla, USA) por “el descubrimiento y desarrollo de

               la proteína fluorescente verde, GFP”.

                      Como  se  ha  mencionado  anteriormente,  la  regla  de  oro  de  la  investigación  se

               sustenta  en  tres  apoyos:  la  pregunta  importante  que  se  trata  de  responder,  en  qué
               material biológico y con qué técnicas se puede abordar la investigación. El premio Nobel

               concedido a Shimomura, Chalfie y Tsien se enmarca dentro de este último apartado: la

               proteína  fluorescente  verde  (GFP,  green  fluorescent  protein)  ha  resultado  ser  una
               herramienta poderosísima en la investigación genética. Como decía la nota de prensa de

               la Real Academia Sueca de Ciencias, la GFP descrita por vez primera en 1962 por el Dr.

               Shimomura (Shimomura et al., 1962) en la medusa Aequorea victoria ha llegado a ser uno
               de  los  instrumentos  más  importantes  de  la  investigación  en  biociencia  actual  porque

               “permite  el  análisis  a  nivel  molecular  de  los  procesos  espacio-temporales  intra-  e

               intercelulares que definen el comportamiento dinámico de todos los sistemas vivientes”
               (Ehrenberg,  2008).  Aunque  el  trabajo  inicial  de  Shimomura  estaba  enfocado  hacia  la

               proteína responsable de la bioluminiscencia de la medusa que denominó aequorina, sin

               embargo, mencionaban también en su trabajo que habían aislado otra proteína que era
               ligeramente  verdosa  a  la  luz  del  sol,  amarillenta  bajo  luz  incandescente  y  verde

               fluorescente bajo luz ultravioleta. En un principio la llamaron “proteína verde” a secas; la

               denominación de “proteína fluorescente verde” fue posterior. Más adelante, Shimomura
               demostró que la GFP que es una proteína de 238 aminoácidoscontiene un cromóforo

               especial que al ser excitado por la luz azul o la luz ultravioleta emite luz en la longitud de

               onda  verde.  Esto  explica  que  en  la  medusa  Aequora  victoria  el  cromóforo  de  la  GFP
               simplemente transforma la luz azul de la proteína aequorina en luz verde. Pero lo más

               importante  del  caso  es  que,  a  diferencia  del  comportamiento  de  la  aequorina  y  otras
               proteínas bioluminiscentes que necesitan el suministro continuo de moléculas ricas en

               energía, a la GFP le basta con la luz UV o la luz azul para fluorescer. Cuando la luz entra

               en las células y encuentra a la GFP se produce la fluorescencia verde sin necesidad de
               tener  que  introducir  en  la  célula  producto  químico  alguno  que  pudiera  disturbar  los

               procesos que ocurren en su interior. Shimomura (1979) clarificó la estructura química

               del cromóforo de la GFP que está formado por los aminoácidos de las posiciones 65, 66 y
               67  (Ser-Tyr-Gly)  que  reaccionan  químicamente  entre  sí  para  formar  el  cromóforo






                HISTORIA “NOBELADA DE LA GENÉTICA” (1900-2016)                                        114
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