Page 20 - Historia "nobelada" de la Genética
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No resisto la tentación de hacer un breve comentario personal –sin duda subjetivo-

               sobre Watson y Crick. En mis clases de Genética en la universidad solía recomendar a mis
               alumnos  la lectura de  tres  obras  que  causaron  en  mí un  gran impacto  y  que  considero

               pueden serles de gran utilidad en su formación científica. La primera es el trabajo original

               de Mendel (1866) porque, como señalaba el profesor Francisco J. Ayala (1984), “el trabajo
               clásico  de  Mendel  constituye  un  ejemplo  eminente  del  uso  del  método  científico  en

               Biología”;  ciertamente,  es  una  aplicación  perfecta  del  método  hipotético-deductivo  de

               investigación porque “Mendel formuló hipótesis, examinó su coherencia con los resultados
               previos  y,  a continuación, sometió  la  hipótesis  a rigurosas pruebas  empíricas y sugirió,

               asimismo, pruebas adicionales a realizar” (ver también Lacadena, 1986).

                      La segunda  obra es el discurso de  ingreso de Santiago Ramón y  Cajal  en la  Real

               Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid, leído en la sesión del 5 de

               diciembre de 1897. Al leer este discurso, titulado “Reglas y consejos sobre investigación
               científica  (los  tónicos  de  la  voluntad)”,  tuve  la  sensación  de  estar  sentado  junto  a  él

               escuchando sus consejos, todavía válidos a pesar del tiempo transcurrido. El único cambio

               que habría que introducir sería la sustitución del idioma alemán por el inglés cuando hace
               referencia al idioma científico universal.


                      La tercera obra es “La doble hélice” escrita por Watson (1968) en la que, de forma
               autobiográfica, relata sus experiencias vitales en torno al descubrimiento de la estructura

               del ADN y en la que se ponen de manifiesto las intrigas, insidias y –diríamos- manejos poco

               limpios del mundo científico. En esta obra el estudiante puede encontrar, junto a páginas y
               hechos  estimulantes,  situaciones  en  las  que  la  competitividad  puede  llevar  a

               comportamientos no éticos (ver más adelante algún comentario adicional sobre este tema).

                      En  cierto  sentido,  Watson  puede  resultar  un  premio  Nobel  atípico  teniendo  en

               cuenta que ha publicado muy pocos trabajos científicos y, por lo general, muy breves. Sin

               embargo, al decir ésto no pretendo, ni mucho menos, restarle mérito alguno ni dudar de su
               papel fundamental e influencia en el desarrollo de la Genética. De hecho, el propio Crick

               reconocía que sin el concurso de Watson él no hubiera llegado al modelo estructural del
               ADN. Por otro lado, considero la importancia del papel que ha jugado Watson en su puesto

               al frente del Cold Spring Harbor Laboratory, New York, como catalizador del progreso de la
               Genética mundial como consecuencia de sus reuniones y publicaciones (Cold Spring Harbor

               Symposia on Quantitative Biology, etc.), así como de su obra “Molecular Biology of the Gene”


                HISTORIA “NOBELADA DE LA GENÉTICA” (1900-2016)                                         20
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