Page 42 - Historia "nobelada" de la Genética
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ARN, de manera que se formaban lazos monocatenarios de ADN, indicando claramente que

               había segmentos de ADN del gen que no estaban representados en el ARNm maduro y, por
               tanto,  en  la  proteína  para  la  que  dicho  gen  codificaba.  Este  descubrimiento  ponía  de

               manifiesto que el modelo universal de gen como un fragmento continuo de ADN ya no era

               válido: acababa de nacer un nuevo modelo de gen discontinuo o gen en piezas.

                      La importancia del descubrimiento la describe muy bien Thomas R. Cech (también

               premio  Nobel  como  comentaremos  más  adelante)  cuando  relata  la  sensación  que
               produjeron  las  comunicaciones  presentadas  por  ambos  grupos  de  investigación  en  el

               congreso de Cold Spring Harbor en junio de 1977: “La audiencia –dice Cech- estaba atónita.

               Era uno de esos momentos en los que el mundo se pone cabeza abajo”. En 1993, Sharp y
               Roberts recibían el premio Nobel “por el descubrimiento de los genes discontinuos”.


                      Inmediatamente después de la publicación en 1977 de los trabajos de Sharp y de
               Roberts  se  comprobó  que  la  estructura  discontinua  de  los  genes  también  se  da  en  los

               organismos eucarióticos. Por ejemplo, el gen de la -globina del ratón y del conejo tiene dos

               intrones,  el  gen  de  la  ovoalbúmina  del  pollo  tiene  7  exones  y  7  intrones,  el  de  la
               seroalbúmina de rata tiene 14 exones y 13 intrones, el del factor VIII humano tiene 26

               exones, etc.

                      Ciertamente,  el  descubrimiento  de  la  existencia  de  “genes  en  piezas”  fue

               revolucionario. Algunos autores le han dado un significado evolutivo al considerar que los

               exones codifican para unidades o dominios funcionales de las proteínas que pueden servir
               para una más rápida  evolución de las mismas.  Algo  así  como  si fuera una  construcción

               evolutiva  mediante  módulos  o  piezas  prefabricadas.  Por  deformación  profesional  debo

               confesar  que  en  muchas  ocasiones,  cuando  escribo  trabajos de  revisión  y  voy  tomando
               frases o párrafos de mis propios escritos, me imagino que estoy manejando mis “exones

               intelectuales”, valga la expresión.

                      La  existencia  de  intrones  y  exones  en  la  estructura  del  gen  implica  que  el  ARN

               transcrito inicialmente por el gen tiene que eliminar las regiones correspondientes a los

               intrones y unir los extremos rotos para recomponer la molécula continua de ARN que ha de
               constituir el ARN mensajero maduro que lleva la información correspondiente a los exones.

               Es  el  mecanismo conocido  como rotura  y  empalme  (splitting  and  splicing)  en  el  que  el






                HISTORIA “NOBELADA DE LA GENÉTICA” (1900-2016)                                         42
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