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                  preocupaciones sobre la responsabilidad y culpa” ; en relación con el TOC subraya
                  que “los escrúpulos de conciencia de los neuróticos obsesivos son la expresión de
                                                                                                   82
                  una moralidad subjetiva, que da prioridad a la limpieza de la propia conciencia” .

                         Vemos pues que la culpa tiende a cronificarse en una patología obsesivo-
                  culposa con componentes de fijación regresiva (permanente mirada hacia atrás)
                  al  punto  en  que  se  produjo  la  acción  considerada  indebida.  Eso  reduce las
                  posibilidades proyectivas, ancla al pasado, e induce el estado depresivo. A veces,
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                  el sentido de culpa es expresión sintomática   de una personalidad masoquista
                  demandante de autocastigo; por eso es aconsejable explorar siempre la relación
                  culpa-masoquismo.

                         Como causa, expresión o consecuencia de un trastorno, es decir, en su
                  frontera  con  lo  psicopático  extremo,  la  culpa  tiene  componentes  irracionales.
                  También  en sus manifestaciones  puede conducir a conductas de naturaleza
                  primitiva o infantil, asociadas a rituales de protección placébicos, exculpatorios o
                  purificadores, conductas  de  evitación,  o  miedos  anticipatorios  (realizar tal cosa
                  para que no suceda tal otra).


                         Es posible  tener sentido de culpa e ignorar la razón del malestar .  Los
                                                                                               84
                  mecanismos de defensa suelen  reprimir la culpa de forma tal que el paciente
                  “desconozca” su causa, o también finja (resistencia) desconocerla.

                         Por tanto, la conciencia se patologiza principalmente a través de la culpa
                  hipertrofiada. La  culpopatía  es  un  trastorno  en  sí  mismo  (que,  de  no  abordarse,
                  tiende  a  su  retroalimentación  y  expansión  alterando  las  funciones  mentales)  y

                  además llega a ser la causa desencadenante de otros específicos (en su expresión
                  máxima a la psicosis o al suicidio).

                         La culpopatía se produce de dos formas:


                         a)     Contribuyendo  a  la  génesis  o  mantenimiento  de  un  trastorno
                                                                              85
                         claramente definido (depresión, TOC, fobia, paranoia , y un amplio etc.).


                  81  López-Ibor, J. J. (2012). Espiritualidad, experiencia religiosa y psicopatología. Discurso de apertura de curso de la
                  RANM. Madrid: Ed. Real Academia Nacional de Medicina, p. 13.
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                    López-Ibor (2012). Ibídem, p. 19.
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                    Recordemos que a veces el síntoma constituye una satisfacción sustitutiva.
                  84   En la culpopatía, como en todo trastorno, hay que averiguar cuál es la situación  desencadenante pero
                  distinguiendo muy bien la causa aparente o manifiesta de la latente, pues la culpa tiene también una función
                  encubridora. En muchos casos lo que se presenta como la persona o situación activadora del trastorno lo es por
                  desplazamiento (desvío de una respuesta de amor/odio, por un conflicto no afrontado ni resuelto, hacia un tercero)
                  de otra que es la auténticamente causal. Cabe pues que la culpa desempeñe un papel encubridor de una razón
                  latente, que el propio sujeto ignora, reprime, o que es ajena a la que él señala y debe descifrarse en análisis.
                  85  La relación culpa-paranoia se expresa en verbalizaciones sin fundamento real, del tipo: “me persiguen porque soy
                  culpable”. “Así funciona la mente paranoica, buscando siempre la excusa que proporciona el mínimo rastro de
                  felicidad humana para proyectar la culpa y descargar el odio”. Fernández Soriano, J. J. (2012). Estudio psicoanalítico
                  de la paranoia. Madrid: Ed. Biblioteca Nueva, p. 256.
                  326| Pedro Rocamora García-Valls
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