Page 23 - Balneario de Villavieja
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1900
como
Nuestra
Señora
de
la
Salud
(22);
el
del
Canónigo,
San
José,
Vivó
y
el
de
Florencio.
A
principios
del
siglo
XX
solo
quedaron
dos:
Monlleó
y
Galofre
(Figura
10).
Figura
10.
Balneario
de
Galofre.
La
clasificación
química
de
las
aguas
de
Villavieja
varió
con
el
tiempo
dependiendo
de
los
conocimientos
de
las
diferentes
épocas
en
que
se
realizaron
los
análisis.
Ossian
Henry,
en
el
Tratado
Práctico
de
Análisis
Química
de
las
Aguas
Minerales,
traducido
al
español
en
1858
por
Ramón
Ruiz
Gómez,
deja
constancia
de
las
causas
que
motivaban
los
distintos
resultados
del
análisis
químico
de
las
aguas,
ya
que
era
algo
bastante
habitual
en
aquella
época
(23).
A
Francisco
José
de
Lemos,
médico
y
cirujano
militar,
se
le
debe
el
primer
análisis
realizado
en
1788
calificando
las
aguas
de
Fuente
Calda
como
calcáreas,
alcalinas
y
azufrosas
(24)(Figura
11).
En
el
siglo
XIX
se
hicieron
diversos
estudios
de
la
composición
de
las
aguas
de
Villavieja
así
en
1822
Francisco
David,
médico
titular
de
Benicarló,
daba
cuenta
del
practicado
por
Tomás
de
Villanova
Muñoz
y
Poyanos,
médico
y
Catedrático
de
Química
de
la
Facultad
de
Medicina
de
la
Universidad
de
Valencia,
considerando
las
aguas
como
alcalinas
(25).
En
15
de
abril
de
1828
Ramón
Piquer,
farmacéutico
de
Valencia,
presentó
en
la
Real
Sociedad
Económica
de
Amigos
del
País
de
Valencia
el
resultado
del
análisis
del
agua
termal
del
pozo
del
Dr.
Ramos
(26)
dando
como
resultado
ser
acídulas,
salinas,
sufurosas
y
ferruginosas
(27).
A
partir
de
entonces,
se
consideró
que
las
aguas
de
la
Fuente
Calda
y
las
de
los
pozos
tenían
igual
composición.
Francisco
de
Paula
Díez
Serrano
realizó
en
10
de
marzo
de
1829
un
análisis
concluyendo
que
las
aguas
termales
eran
acídulas
y
férricas
(28).
En
este
mismo
año
el
médico
Vicente
Forner,
director
interino
de
los
baños
de
Villavieja,
hizo
el
análisis
resultando,
según
él,
ser
las
aguas
carbonatadas
cálcicas,
magnésicas
y
ferruginosas
(29).
El
médico
Pedro
María
Rubio,
según
el
análisis
practicado
en
1840
por
el
médico
José
Menchero,
Director
de
los
baños
de
Villavieja,
califica
las
aguas
como
acídulo‐carbónicas
con
hierro
(30).
En
1865
José
Monserrat
Riutort,
médico
y
Catedrático
de
Química
de
la
Facultad
de
Ciencias
de
la
Universidad
de
Valencia,
analizó
las
aguas
de
Villavieja
calificándolas
María
del
Carmen
Francés
Causapé,
José
López
Guzmán,
María
López
González|21