Page 25 - Balneario de Villavieja
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Osorio
y
de
la
Cueva
(1795‐?)
VII
Conde
de
Cervellón;
eran
propiedad
en
esta
época
de
Manuel
Felipe
Falcó
y
Osorio
(1856‐1927)
quien
reunía
en
su
persona
el
patrimonio
que
le
correspondía
como
IX
Marques
de
Nules,
VIII
Conde
de
Cervellón
y
IV
Duque
de
Fernán
Núñez.
Sin
embargo,
como
tal
propietario
anunciaba
en
1872
el
arriendo
de
la
casa
de
baños
y
hospedería,
mediante
subasta
pública,
por
tiempo
de
cuatro
años
(40).
Este
es
un
caso
más
que,
debido
al
absentismo
del
propietario
industrial,
precipitó
el
ascenso
económico
de
la
burguesía
valenciana
(41)
puesto
que
en
1890
vendió
los
baños
y
la
hospedería
de
Cervellón,
situados
al
final
de
la
calle
Cueva
Santa,
a
Blas
Cuesta
Cantero,
comerciante
de
Valencia.
A
principios
de
siglo,
por
compra,
pasa
sucesivamente
a
propiedad
de
Jacinto
Zuriaga
y
Javier
Cervera;
en
1924
a
José
Montesinos
Capilla
y
en
1926
a
Pedro
Paredells
Alagarda.
En
1930
se
discutía
si
el
manantial
de
Fuente
Calda
era
propiedad
de
Pedro
Paradells
o
del
Ayuntamiento
de
Villavieja
(42).
Los
doce
pozos
de
aguas
medicinales
estaban
situados
respectivamente
en
las
siguientes
direcciones:
Virgen
de
la
Estrella,
propiedad
de
Manuel
López,
vecino
de
Limpias
(Santander),
en
el
nº
1
de
la
calle
Cueva
Santa;
San
Juan
Bautista,
propiedad
de
Manuel
Represa
Fernández,
en
el
nº
2
de
la
calle
San
Roque;
el
de
Rosa
Roca
ó
Rosa
Grau,
propiedad
de
Andrés
del
Toro,
en
el
nº
11
de
la
calle
San
Roque;
Nuestra
Señora
de
la
Salud,
propiedad
de
Pedro
Alcázar,
en
el
nº
5
de
la
calle
San
Vicente;
Marco,
propiedad
de
Manuel
Plou
y
después
de
Santiago
García,
vecino
de
Valencia,
en
el
nº
7
y
9
de
la
calle
San
Roque;
del
Canónigo,
propiedad
de
Ramón
Almela,
en
el
nº
4
de
la
calle
San
José;
San
Sebastián,
propiedad
de
Pascual
Plá
y
después
de
sus
herederos,
en
el
nº
1
de
la
calle
San
Sebastián;
Monlleó,
propiedad
de
Teresa
Monlleó,
que
pasó
después
a
Florencio
Monlleó,
en
el
nº
6
de
la
Plaza
de
la
Constitución;
Galofre,
propiedad
de
Domingo
Galofre,
en
el
nº
8
de
la
misma
plaza;
el
de
Santa
Bárbara,
propiedad
de
Francisco
Vales,
que
pasó
después
a
ser
propiedad
de
Lorenzo
Gargallo,
vecino
de
Castellón
de
la
Plana
y
que
en
mayo
de
1891
pasó
a
ser
propiedad
de
Gerónimo
Zacarés,
vecino
de
Valencia,
en
el
nº
3
de
la
calle
San
Roque;
y
el
de
Vera,
propiedad
de
la
viuda
de
Vicente
Vera,
en
el
nº
6
y
8
de
la
calle
San
Vicente
(43).
En
el
siglo
XX,
al
desaparecer
muchos
de
estos
baños
se
produjo
una
reagrupación
de
los
existentes
conociéndose,
como
indica
el
frontispicio
de
la
fachada
del
edificio,
“Termas.
Agrupación
de
Balnearios”
de
Villavieja.
El
Balneario
Cervelló
durante
la
Guerra
Civil
se
convirtió
en
hospital
de
sangre
y,
tras
la
contienda,
al
desaparecer
otros
balnearios
y
casas
de
baños
se
produjo
una
reagrupación
de
los
existentes,
menos
el
de
Galofre
que
se
cerró
posteriormente;
conociéndose
con
el
nombre
de
“Termas.
Agrupación
de
Balnearios”
de
Villavieja,
sociedad
limitada,
de
la
que
la
familia
Caballer
Almela
posee
el
76%
de
las
acciones,
siendo
Vicente
Caballer
Almela
su
Administrador.
María
del
Carmen
Francés
Causapé,
José
López
Guzmán,
María
López
González|23