Page 47 - Balneario de Villavieja
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Taboada
(27),
en
su
Anuario
de
la
Hidrología
Médica
Española,
en
1870,
habla

                  de
la
temperatura
de
las
aguas
de
la
Fuente
Calda
indicando
que
es
de
30ºC
y
la
de
los

                  pozos,
hasta
diez
en
explotación
en
la
población,
es
variable,
según
el
que
se
examina,

                  desde
42,50º
a
47,75ºC.
Comenta
que
la
Fuente
Calda
procede
de
yacimiento
terciario,


                  confines
 con
 el
 triásico;
 dice
 que
 el
 caudal
 es
 abundante
 en
 el
 manantial
 del

                  establecimiento
y
que
la
instalación
es
mediana
en
el
establecimiento
y
mala
en
las

                  casas
que
tienen
pozo
mineral.


                         Otro
 de
 los
 libros
 más
 importantes
 en
 relación
 a
 los
 comentarios
 sobre
 las

                  aguas
de
Villavieja,
es
el
de
Victor
Riba
(31),
publicado
en
1898.
Este
autor
habla
de
la

                  siguiente
 manera;
 dentro
 del
 capítulo
 “Aguas
 termales
 de
 Fuente‐Calda.
 Su
 análisis

                  científico
recoge:
“…de
dónde
le
viene
á
Fuente‐Calda
su
nombre;
y
“la
esplicación
nos
la

                  dá
y
salta
á
la
vista
el
temple
y
calor
de
sus
aguas;
pues
como
en
invierno
son
tibias,
en

                  primavera
ya
no
lo
son
tanto,
y
en
estío
apenas
se
les
conoce
su
calor
aunque
es
siempre

                  superior
al
atmosférico
de
aquí
el
llamarse
Fuente‐Calda
ó
caliente;
otra
razón
hay
que

                  nos
esplica
y
dá
la
causa
y
el
porqué,
de
lo
que
investigamos
y
es;
que
antiguamente
salía


                  contínua
y
hoy
solo
en
grandes
y
perseverantes
lluvias,
una
fuente
de
aguas
frescas
y

                  cristalinas
á
la
parte
opuesta
de
Fuente‐Calda
y
población,
carretera
de
Artana
entre
el

                  pueblo
y
el
cementerio;
á
la
cual
los
vecinos
ya
de
tiempo
inmemorial,
bautizaron
con
el

                  significativo
nombre
de
Fuente
Fría
(Font
freda)
para
distinguirla
de
la
que
llamamos

                  Fuente‐Calda
(Font
calenta:)”.
Más
adelante
expone:
“…La
Fuente‐Calda
está
situada
á

                  un
estremo
de
la
población,
carretera
de
Vall
de
Uxó
(antes
de
la
Vall
del
Duque)
y
fin
de

                  la
calle
de
San
Vicente
en
una
plazuela
del
mismo
nombre,
y
circunvalada
hoy
por
la

                  Fonda
 de
 Cuesta,
 lavadero,
 calle
 antedicha
 y
 Cueva
 Santa;
 el
 terreno
 que
 la
 rodea
 es

                  irregular,
desigual,
y
las
aguas
nacen
muy
bajas;
se
las
dá
curso
y
salida
por
medio
de
un

                  caño
 de
 piedra
 (antiguamente
 eran
 tres
 de
 hierro)
 para
 beneficio
 y
 necesidades
 del


                  público,
siguen
su
vía
á
los
baños
de
Cuesta
y
lavadero,
y
luego
van
á
parar
á
un
depósito

                  para
regar
y
abonar
las
tierras…”.


                         Y,
 posteriormente,
 dice:
 “…son
 estas
 muy
 cristalinas
 y
 puras,
 sirviendo
 á
 todo

                  pasto
 á
 las
 necesidades
 del
 pueblo;
 son
 suaves,
 dulces
 y
 ligeras,
 ayudando
 mucho
 al

                  estómago
para
digerir
las
viandas;
razón
por
la
cual
son
en
gran
número
los
forasteros,

                  que
 acuden
 á
 aprovecharse
 de
 ellas,
 no
 como
 baño
 sinó
 como
 bebida,
 para
 evitarse

                  indigestiones…”.
“Esta
agua
no
tiene
color,
pues
es
muy
clara,
limpia
y
transparente;
su

                  olor
 cuando
 está
 más
 caliente
 es
 ligeramente
 fétIdo,
 pero
 tan
 ligero,
 que
 apenas
 se

                  percibe
de
la
Fuente
á
la
boca:
su
sabor
es
algo
áspero
si
se
bebe
en
el
mismo
manantial,

                  pero
 fuera
 ni
 se
 conoce
 ni
 nota;
 su
 peso
 es
 como
 el
 del
 agua
 más
 pura,
 cuece

                  perfectamente
los
garbanzos
y
toda
clase
de
verduras
y
deslíe
el
jabón;
en
fin,
la
perfecta

                  salud,
que
habitualmente
gozan
los
vecinos
de
Villavieja,
nos
dá
una
idea
de
la
bondad


                  de
esta
agua…”
(31).
Si
recordamos,
Rubio
(22)
decía
que
son
aguas
que
cuecen

bien

                  las
legumbres.


                      
                                                            Torija
Isasa,
M.ª
E.
et
al.|45


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