Page 48 - Balneario de Villavieja
P. 48

Comenta
Riba
(31)
que
las
aguas
de
la
Fuente
Calda
son
especiales
y
diferentes

                  de
las
de
los
pozos.
“Las
aguas
de
los
pozos
de
Villavieja
como
termales
y
curativas,
no

                  gozan
de
gran
antigüedad;
su
descubrimiento
como
á
tales
fué
completamente
casual:
al

                  principio
 nadie
 las
 hacia
 servir
 mas,
 que
 para
 faenas
 y
 quehaceres
 ordinarios
 de
 las


                  casas
que
las
poseían,
de
modo,
que
si
al
hacer
un
pozo
las
aguas
que
se
encontraban

                  eran
calientes
y
termales,
se
consideraba
esto,
más
un
fracaso
y
desgracia,
que
favor
y

                  beneficio.


                         A
mediados
del
siglo
pasado,
Francisco
Montón,
habitante
de
la
segunda
casa
á

                  mano
derecha,
entrando
por
la
Plaza
á
la
calle
de
San
José,
resolvió
hacer
un
pozo
en
el

                  corral
de
la
misma;
al
profundizar
cinco
ó
seis
varas
se
encontró
un
copioso
manantial

                  de
aguas
tan
sumamente
calientes,
que
los
operarios
se
vieron
obligados
á
suspender
la

                  obra
por
no
poder
sufrir
su
calor;
hasta
que
procediendo
con
arte
y
reglas
se
prosiguió
el

                  pozo,
que
dió
por
resultado
sobre
dos
estados
de
agua,
que
jamás
se
ha
visto
disminuir

                  por
mucha
que
se
saque,
ni
por
sequía
estraordinaria
y
persistente.


                         Según
D.
Francisco
José
de
Lemos
en
su
obra
mencionada,
en
el
año
1788
eran

                  cinco
los
pozos
de
aguas
calientes
y
termales
que
había
en
Villavieja;
dos
en
la
calle
de

                  San
José,
dos
en
la
de
la
Iglesia
vieja
(Santa
Bárbara)
y
otro,
que
llama
del
Pastor
sin

                  designar
lugar
ni
calle.


                         Todos
los
pozos
que
se
han
hecho
hasta
hoy
por
esta
parte
de
pueblo,
han
dado

                  idéntico
resultado,
en
cuanto
al
calor
de
sus
aguas;
y
por
más
que
en
contrario
se
diga,


                  las
 aguas
 de
 todos
 los
 pozos
 dichos
 gozan
 de
 igual
 grado
 de
 calor;
 porque
 todas

                  proceden
 del
 mismo
 manantial
 y
 pasan
 por
 el
 mismo
 punto,
 donde
 radican
 el
 foco
 y

                  materias
que
las
comunica
el
calor”
(31).


                         Riba
(31)
hace
comentarios
sobre
la
obra
de
Lemos
y
dice
así:
“Mucho
respeto

                  las
opiniones
de
D.
Francisco
José
de
Lemos
referentes
á
estas
aguas,
ya
como
médico,
ya

                  por
haberlas
estudiado
por
espacio
de
algunos
meses;
pero
no
puedo
conformarme
con

                  lo
 que
 dice
 en
 la
 pág.
 100
 que
 ‘es
 evidente
 que
 todo
 este
 parage
 (donde
 radican
 los

                  pozos)
está
lleno
de
aquellos
fuegos
subterráneos
ó
materias,
que
comunican
al
agua
la

                  qualidad
accidental
del
calor”.

Continúa:
“Si
fuera
esto
verdad
las
aguas
de
los
pozos
de

                  Villavieja
debían
salir
mucho
mas
calientes
y
casi
hirviendo”.

También
hace
referencia
a

                  otros
comentarios
de
Lemos
en
cuanto
a
la
descripción
de
las
características
de
las


                  aguas
del
pozo
de
la
calle
San
José,
lo
que
ya
hemos
citado
al
referir
los
comentarios

                  del
propio
Lemos.

                         En
 la
 Tabla
 2
 se
 incluyen
 datos
 de
 algunos
 de
 los
 análisis
 recogidos
 en


                  diferentes
 libros
 y
 publicaciones
 más
 relevantes,
 haciendo
 mención
 a
 las
 sales

                  principales,
y
en
la
Tabla
3
se
exponen
las
clasificaciones
de
las
aguas
según
distintos

                  autores.




                      

                  46|
Estudio
de
las
características
físico‐químicas
de
las
aguas
del
Balneario
de
Villavieja
(Castellón)

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