Page 133 - Historia "nobelada" de la Genética
P. 133

polimerasa-ARN  dirigida.  Puesto  que  la  función  que  cataliza  esta  enzima  es  una

               transcripción en sentido inverso, se le llama normalmente transcriptasa inversa. Este tipo
               de enzimas se ha convertido en una útil herramienta en la Genética Molecular moderna para

               la obtención del ADN copia (ADNc) a partir del ARN mensajero.

                      Las  investigaciones  de  Temin  y  Baltimore  contribuyeron  al  conocimiento  del

               comportamiento  de  estos  virus  oncogénicos,  también  denominados  virus  ARN-ADN,

               ribodesoxivirus o retrovirus (Temin and Baltimore, 1972; Temin, 1974). Muchos años más
               tarde, los retrovirus han vuelto a la actualidad puesto que incluyen al virus responsable de

               la  inmunodeficiencia  adquirida  humana  (HIV)  que  produce  el  SIDA  (síndrome  de

               inmunodeficiencia adquirida). Temin y Baltimore recibieron el premio Nobel en 1975, junto
               con su maestro Renato Dulbecco, “por sus descubrimientos en relación con la interacción

               entre los virus tumorales y el material genético en la célula”.

                      El estudio de los virus tumorales condujo al descubrimiento de los oncogenes como

               responsables del cáncer. Utilizando mutantes condicionales sensibles a la temperatura del

               virus  del  sarcoma  de  Rous,  Martin  (1970)  descubrió  la  existencia  del  gen  src  como
               responsable de la transformación celular. Posteriormente se demostró que el producto de

               acción del gen src es una fosfoproteína de 60 kilodalton (pp60-src) que tiene una actividad

               enzimática proteína quinasa.

                      La casuística  del  fenómeno  canceroso  es  tan  variada  que no podía ser  explicada

               únicamente en términos de infección viral. Por ello, Huebner y Todaro (1969) propusieron
               la  “hipótesis  del  oncogén”,  sugiriendo  que  todas  las  células  de  los  organismos  llevan

               incorporadas en sus genomas los oncogenes de los retrovirus a partir de infecciones virales

               producidas  en  los  primeros  tiempos  de  la  evolución. Si tal  hipótesis fuera  correcta  ello
               significaría que en las células normales de los vertebrados debería encontrarse el gen src. Y

               así fue, en efecto: J. Michael Bishop, Harold E. Varmus y colaboradores, utilizando  ADNc

               obtenido por transcripción inversa a partir del ARN del gen src, demostraron en 1976 que
               el ADN de pollos y otras aves no cancerosas hibridaba con el ADNc del gen src; es decir, el

               gen src (o una secuencia homóloga) estaba presente en las células normales (Stehelin et al.,
               1976).


                      Aunque los descubrimientos mencionados aparentemente parecían corroborar la
               “hipótesis del  oncogén” de  Huebner  y  Todaro, sin  embargo,  hubo datos  experimentales

               posteriores  que  invirtieron  la  explicación  evolutiva  del  fenómeno,  ya  que  los  genes

                HISTORIA “NOBELADA DE LA GENÉTICA” (1900-2016)                                        133
   128   129   130   131   132   133   134   135   136   137   138