Page 137 - Historia "nobelada" de la Genética
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a) La fecundación in vitro en la especie humana
En relación con el desarrollo, no cabe duda que el proceso de la fecundación in
vitro (FIV) permite conocer los requerimientos para producir la vida en el laboratorio. La
culminación de las investigaciones iniciadas en la fecundación in vitro en animales no
mamíferos y después las llevadas a cabo en mamíferos no humanos (conejo, hámster,
ratón) se produjo con las investigaciones de Robert G. Edwards que recibió el Premio
Nobel de Fisiología o Medicina 2010 por sus estudios de la fecundación in vitro en la
especie humana que le llevó, en colaboración con el ginecólogo Dr. Patrick C. Steptoe, al
nacimiento del primer “bebé probeta” en 1978. Desde entonces al día de hoy se estima en
más de 4.000.000 de niños nacidos en el mundo mediante la FIV.
Como antecedentes científicos hay que mencionar que los primeros estudios del
proceso de fecundación in vitro en mamíferos se remontan a 1935 cuando Pincus
estableció las condiciones experimentales que permitían la maduración in vitro de los
ovocitos de coneja. Un cuarto de siglo después, en 1959, Chang obtuvo embriones viables
de conejo tras la fecundación in vitro de ovocitos madurados in vitro que daban lugar a
descendencia viable al ser transferidos al útero. Aunque al principio se creyó que era
necesaria la activación (capacitación) de los espermatozoides in vivo (dentro del útero de
la hembra), sin embargo, se demostró en hámster que los espermatozoides podían ser
capacitados en medios adecuados in vitro sin necesidad de una activación in vivo
(Yanagimachi y Chang, 1963).
Como se ha mencionado anteriormente, el galardonado Dr. Edwards estuvo
trabajando durante varios años en la década de 1950 en Edimburgo en temas de fisiología
reproductiva del ratón, especialmente en la maduración de ovocitos. Por ello, su
formación era la adecuada cuando al final de la década de los 50 se le encargó en el
National Institute for Medical Research de Londres que desarrollara un método que
pudiera aliviar el problema de la infertilidad humana.
Para afrontar con éxito el proceso de fecundación in vitro en la especie humana
había que solucionar varios problemas: 1) controlar el proceso de maduración de los
ovocitos, 2) conseguir extraerlos en el estadio de desarrollo adecuado para la
fecundación, 3) activar (capacitar) los espermatozoides in vitro, 4) definir las condiciones
experimentales que promueven la fecundación y las primeras etapas del desarrollo
embrionario in vitro, y 5) poner a punto las técnicas que permitan transferir los
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