Page 35 - Historia "nobelada" de la Genética
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funcionamiento  de  los  genes  era  necesario  cambiar  los  caracteres  a  estudiar.  En  los

               caracteres estudiados hasta entonces la manifestación externa de los caracteres o fenotipo,
               como expresión del genotipo, estaba demasiado alejada de éste en cuanto que suponía una

               compleja serie de procesos fisiológicos y de desarrollo difíciles de analizar. La idea genial

               de Beadle y Tatum fue la de pasar a estudiar caracteres cuyo fenotipo fuera fácilmente
               analizable  en  términos  de  procesos  metabólicos  y,  por  consiguiente,  de  reacciones

               químicas. Ello iba a suponer el nacimiento de la Genética Bioquímica como eslabón que
               había de unir dos ramas y dos épocas de la Genética: La Genética de la transmisión de los

               caracteres y la Genética Molecular. Volviendo a la regla de oro de la investigación, ahora se

               trataba de utilizar una  metodología  y técnica  adecuadas;  la  metodología  consistió  en  el

               análisis genético de las reacciones químicas. De hecho, en 1958 Beadle y Tatum fueron
               galardonados  con  el  premio  Nobel  “por  su  descubrimiento  de  que  los  genes  actúan

               regulando sucesos químicos definidos”.

                      Es digno de mención, sin embargo, que los primeros trabajos de Genética Bioquímica

               se adelantaron más de treinta años al planteamiento anterior: en 1902, Archibald Garrod,

               un médico inglés, indicaba que la alcaptonuria humana era una enfermedad hereditaria
               atribuible a una deficiencia en el metabolismo del nitrógeno; más tarde, demostraba que el

               determinismo  se  debía  a  un  gen  mendeliano  recesivo  que  producía  un  fallo  en  alguna

               reacción  metabólica  catalizada  enzimáticamente  e  introducía  el  término  de  “errores
               congénitos  del  metabolismo”  para  indicar  este  tipo  de  alteraciones  enzimáticas

               determinadas genéticamente, dando  así  el  título “Inborn Errors  of Metabolism”  al  libro
               publicado en 1909.


                      El “caso Garrod” es el segundo ejemplo –el primero fue el de Miescher- de profundo
               olvido de un gran descubrimiento bioquímico en el campo de la Genética. Lo mismo que el

               trabajo de Miescher era conocido entre los bioquímicos, así también el de Garrod lo fue

               entre los médicos; sin embargo, su profundo significado conceptual no fue comprendido
               por los genéticos contemporáneos a pesar de que, incluso, el propio Bateson había ayudado

               a Garrod a hacer el análisis genético en los estudios de cuatro de tales errores metabólicos

               hereditarios:  la  alcaptonuria,  el  albinismo,  la  cistinuria  y  la  pentosuria.  Ciertamente,  el
               significado  genético  que  se  derivaba  de  tales  trabajos  estaba  implícito  en  las  propias

               palabras de Garrod: “… en la alcaptonuria el fallo de rotura del anillo bencénico se extiende
               a los ácidos con grupos hidroxil en posición 2:5 distintos al ácido homogentísico… Esta



                HISTORIA “NOBELADA DE LA GENÉTICA” (1900-2016)                                         35
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