Page 58 - Historia "nobelada" de la Genética
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La  apoptosis  es  una  forma  de  suicidio  celular  evolutivamente  conservada  que

               requiere  de  una  maquinaria  especializada  cuyo  componente  central  es  un  sistema
               proteolítico que incluye a una familia de proteínas denominadas “caspasas” (por cysteine

               aspartate  proteases)  muy  conservadas  en  la  evolución.  En  la  especie  humana  se  han

               descrito  más  de  una  docena  de  caspasas.  Estas enzimas  participan  en una  cascada  de
               acontecimientos como respuesta a señales pro-apoptóticas, culminando en la rotura de

               una serie de proteínas que da lugar a la desmembración de la célula. En la apoptosis, las

               caspasas funcionan tanto en la desorganización de la célula (efectoras) como iniciando
               dicho  proceso  como  respuesta  a  señales  pro-apoptóticas  (iniciadoras).    Los  sucesos

               apoptóticos incluyen la fragmentación internucleosomal del ADN, la condensación de la

               cromatina, arrugamiento de la célula sin perder su membrana plasmática y, finalmente,
               su desmembramiento en vesículas envueltas por membranas que forman los llamados

               “cuerpos  apoptóticos”,  etc.  (revisiones  por  Thornberry  y  Lazebnik,  1998;  Hengartner,

               2000). El proceso de apoptosis incluye varias fases distintas como son las de decisión,
               ejecución,  fagocitación  y  degradación.  Es  importante  mencionar  que  no  siempre  la

               apoptosis es consecuencia de una muerte celular programada, sino que puede inducirse

               como resultado de ciertos tratamientos experimentales. Además, por otro lado, a veces
               puede  ocurrir  la  muerte  celular  programada  sin  que  tengan  lugar  los  procesos

               apoptóticos generales antes mencionados.

                      Un  segundo  conjunto  de  proteínas  la  familia  Bcl-2  juega  un  papel  regulador

               importante en los procesos apoptóticos. De acuerdo con sus semejanzas estructurales y

               criterios  funcionales,  las  proteínas  de  esta  familia  están  divididas  en  tres  grupos:  los
               miembros del grupo I tienen actividad anti-apoptótica, mientras que las de los grupos II y

               III  promueven  la  muerte  celular.  El  gen  anti-apoptótico  Bcl-2  de  mamíferos  tiene  su
               homólogo en el gen Ced-9 del nematodo C. elegans que inactiva la acción apoptótica del

               gen Ced-4, a los que más adelante nos referiremos (ver revisiones por Adams y Cory,

               1998; Hengartner, 2000).

                      El  papel  de  las  mitocondrias  en  la  apoptosis  es  importante.  Hay  varios

               acontecimientos clave de la apoptosis que implican a las mitocondrias como, por ejemplo,
               la  liberación  de  activadores  de  las  caspasas  (como  el  citocromo  c),  los  cambios  en  el

               transporte de electrones, la pérdida de potencial transmembrana de las mitocondrias, la

               alteración  de  la  oxidación-reducción  y  la  participación  de  proteínas  pro-  y  anti-


                HISTORIA “NOBELADA DE LA GENÉTICA” (1900-2016)                                         58
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