Page 59 - Historia "nobelada" de la Genética
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apoptóticas de la familia Bcl-2. Las señales que actúan sobre las mitocondrias activando o
inhibiendo tales sucesos y sus efectos en cascada permiten delinear varios patrones de
muerte celular fisiológica (ver revisiones por Green y Reed, 1998; Hengartner, 2000).
En muchas ocasiones, las publicaciones científicas actuales sobre la apoptosis
ignoran o silencian el origen genético de su concepto (ver, por citar un ejemplo, Marsden
et al., 2002). Posiblemente, a muchos investigadores que trabajan en el campo de la
apoptosis ni siquiera les sonara los nombres de Sydney Brenner o de John E. Sulston al
saltar a los medios de comunicación el día 7 de Octubre de 2002 cuando la Asamblea
Nobel del Instituto Karolinska emitió su comunicado de prensa anunciando la concesión
del premio Nobel 2002 en Fisiología o Medicina. Sin embargo, según he podido constatar
en algunas revisiones importantes, a H. Robert Horvitz se le menciona más en tales
trabajos.
En un lugar anterior se hacía referencia al papel de Drosophila como especie
modelo en Genética y cómo los premios Nobel concedidos en 1995 a Lewis, Nüsslein-
Volhard y Wieshaus por sus investigaciones sobre los genes que controlan el desarrollo
temprano del embrión de Drosophila le habían rescatado de la honorífica oscuridad de una
“reina fundadora”. Pues bien, el Premio Nobel 2002 hizo justicia al papel que otro
organismo, el nematodo Caenorhabditis elegans, ha jugado en la investigación sobre los
mecanismos genéticos que regulan el proceso de desarrollo y la muerte celular
programada.
La utilización del nematodo Caenorhabditis elegans como modelo experimental se
debe a Sydney Brenner, uno de los galardonados en 2002. La figura científica de Sydney
Brenner es extraordinaria, no solamente por la que ha sido la razón de haberle otorgado
el premio Nobel en 2002, sino porque hacía ya 40 años que había hecho méritos para ello
como componente del grupo de científicos considerados como los fundadores de la
Genética Molecular (ver Stent 1971; Stent y Calendar, 1978). Parece ser que él mismo
decía con cierta amargura que era el único de ellos al que no se le había otorgado el premio
Nobel; de hecho, Brenner había colaborado con el premio Nobel Francis H. Crick en la
demostración de que el código genético se lee en grupos de tres letras: los codones, según
el término propuesto por el propio Brenner (Crick et al., 1961). Asimismo, entre otras
cosas, participó en la demostración experimental en 1961 de la existencia del ARN
mensajero en colaboración con el premio Nobel François Jacob y Matthew Meselson
HISTORIA “NOBELADA DE LA GENÉTICA” (1900-2016) 59